Shakespeare y Cervantes. Hamlet y Don Quijote. Cuatro entes de la literatura universal, dos reales y dos ficticios (¿seguro?). Estos dos autores no sólo comparten la grandeza de ser eternos por su obra o desgraciadamente la fecha de su fallecimiento (23 de abril de 1616), sino que además crearon dos tipos de personajes que han influido grosso modo en escritores de todo el mundo como por ejemplo el novelista ruso Iván Turguenev, que su análisis de las personalidades de Hamlet y Don Quijote servirán de gran ayuda para explicar el objetivo de esta entrada: el motivo literario de la locura reflejado en estos dos personajes.
En primer lugar, cabe diferenciar - como nos expone Petra Plutnarová en su artículo - entre la diferente concepción de locura que se dan en estos dos personajes. Por una parte, Hamlet, debido a sus circunstancias decide pasarse por loco, mientras que Don Quijote enloquece, pierde la cabeza. Pero, en ambos casos, ¿dónde nace esa locura? En Hamlet podemos ver como el príncipe de Dinamarca se vuelve pretensiosamente loco, con el fin de vengar la muerte de su padre a manos de su hermano Claudio. Vemos en estas palabras de Hamlet:
“La naturaleza está en desorden… ¡Iniquidad execrable! ¡Oh! ¡Nunca yo hubiera nacido para castigarla!”
como él se da cuenta de la misión que le ha encomendado su padre y que es incapaz de acometer en ese momento por ser tal y como es, por tanto su salida a volverse loco es justificada por el hecho de redimir justicia, matando al hermano de su padre y Rey de Dinamarca, Claudio. Podríamos preguntarnos si esta locura que surge en él es verdadera pero al leer la obra nos damos cuenta de que Hamlet es totalmente consciente de lo que está haciendo y un claro ejemplo es la siguiente frase que pronuncia:
“Yo no estoy loco sino cuando sopla el Nordeste; pero cuando corre el sur, distingo muy bien un huevo de una castaña”.
Por otro lado, don Quijote, aficionado a las novelas de caballerías, enloquece, quiere imponer la verdad y justicia en el mundo pero este delirio e ímpetu para arreglar las cosas que le rodean le juegan una mala pasada pues transfigura la realidad como cuando por ejemplo confunde molinos con caballeros, y todas estas acciones irreales tendrán graves consecuencias en su salud.
Como nos comenta Turguenev, ambos personajes parten de un ideal a defender, que no pararán hasta conseguirlo. En el caso del príncipe Hamlet, como ya hemos comentado, es la idea de matar a su tío Claudio por haber asesinado a su padre para hacerse con el reino y con su madre Gertrudis; y Don Quijote para imponer la verdad en la Tierra. A pesar de estar unidos por la locura, estos dos personajes universales son muy distintos a la vez. Hamlet es una persona egocéntrica que se centra en sí misma y que antes de que se le apareciera la sombra de su padre piensa en el suicidio pero es entonces cuando decide parecer que pierde la cabeza para vengar la muerte de su antecesor, acción que le será difícil. Sin embargo, Don Quijote se centra en la gente que le rodea y no cede en su lucha por conseguir el bien que él cree que es el mejor. Como define Harold Bloom, crítico y teórico literario americano, en una de sus publicaciones : “Hamlet es, en definitiva, un individuo indiferente hacia sí mismo y hacia los demás, mientras que el hidalgo español es un hombre que se preocupa por sí mismo, por Sancho y por quienes necesitan ayuda” (Bloom, 2005:3).
Volviendo a la pregunta retórica que he lanzado al principio de la entrada sobre si realmente Hamlet y Don Quijote son sólo personajes ficticios, al leer las dos obras de estos grandes eruditos de la literatura universal podemos decir, que a pesar de que no hayan existido en vida, en parte cualquier persona se puede sentir identificada con muchos aspectos de su personalidad apelando a las palabras del ruso Turguenev quien decía “todo ser humano basa, consciente o inconscientemente, su vida en un principio rector, en un ideal” por tanto, así es como caracterizaron William Shakespeare y Miguel de Cervantes a sus dos personajes, basados en una idea que regía su comportamiento, el cual, acaba con ellos en un final trágico: la muerte.
BIBLIOGRAFÍA
BLOOM, H. “Don Quijote después de cuatro siglos”. El País, Opinión, 27/02/2005. Consultado por última vez 2/01/2012.
MAFUD HAYE, C. “La locura de Hamlet”. Nueva revista del pacífico, núm 54, Valparaíso. Versión onlinehttp://creal.upla.cl/humanidades/old/Revista_pacifico/files/LITERATURA/07.pdf - Consultado por última vez 28/12/2011.
PLUTNAROVÁ, P. “El concepto de locura en el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y en Hamlet”. Cuadernos cervantes:http://www.cuadernoscervantes.com/art_58_locuraquijote.htm Consultado última vez 28/12/2011
SHAKESPEARE,W. "Hamlet". Biblioteca Salvat, Madrid, 1969.
TURGUENEV, I. "Hamlet y Don Quijote". Versión online. Consultado por última vez 2/01/2011
😎😎 k makina
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